El tránsito intestinal es un proceso biológico fundamental en el que se absorben los nutrientes de los alimentos para que el organismo obtenga energía y elimine los residuos no eficientes. Cuando tenemos un tránsito intestinal lento o irregular, podemos experimentar una serie de problemas de salud desagradables como dolor abdominal, distensión abdominal, estreñimiento, flatulencias y malestar general.
Aumentar la ingesta de alimentos ricos en fibra y líquidos puede ayudar a mantener un buen tránsito intestinal. No obstante, también hay algunos pasos más que puedes tomar para regular el tránsito intestinal y mejorar la calidad de vida. A continuación, te contaremos cuáles son los indicios más frecuentes de un tránsito intestinal lento y algunos consejos que pueden ayudar a regularlo.
No obstante, lo primero y más importante a recordar es que cada persona puede tener un tránsito intestinal diferente, es decir, que lo importante es tener claro que mantener el tránsito intestinal regular va más relacionado con mantener la frecuencia que normalmente presentamos, que no con el número de deposiciones.
Señales de un tránsito intestinal lento
Conocer nuestro cuerpo nos ayuda a tener el control sobre él para empezar tomar medidas, cambiar hábitos y así evitar situaciones incómodas. Hay algunas señales a las que podemos prestar atención para poder detectar un tránsito intestinal lento y buscar un tratamiento adecuado.
Un factor puede ser el dolor abdominal y la molestia general. Puede presentarse de forma crónica o con olas de intensidad que dependen de la cantidad de alimento consumida además de la presencia de gases.
La dificultad para ir al baño es otro signo clave, con presencia de heces más duras o estreñimiento. La deshidratación puede resultar en deposiciones más difíciles de evacuar que pueden ocasionar otros problemas como la aparición de hemorroides.
Consejos para mantener regular el tránsito intestinal
Hay diferentes factores que pueden entrar en juego en un funcionamiento irregular del tránsito intestinal, que cada caso debe considerarse de forma individualizada, y por supuesto consultar al médico si tenemos dudas o los cambios se mantienen; hay algunos hábitos que podemos incorporar a nuestra vida diaria para mantenerlo regular:
Alimentación adecuada
Lo primero que debemos hacer es asegurarnos de que estamos añadiendo a nuestra dieta los alimentos adecuados. Hay una serie de alimentos beneficiosos contra el estreñimiento entre los que se encuentran algunos alimentos ricos en fibra como la avena, los cereales, los frutos secos o los vegetales de hoja verde que, por su contenido en fibra, ayudan a que funcione correctamente. Igualmente, opciones como frutas, verduras, huevos, carne, lácteos y legumbres. También, los lácteos con probióticos ayudan a mantener y cuidar la flora intestinal.
Ingesta de líquidos
Además de aumentar la ingesta de alimentos ricos en fibra, también es importante aumentar la ingesta de líquidos. Mantenerse hidratado es fundamental para que la fibra haga su función, los alimentos se digieran con más facilidad y las deposiciones sean más blandas y fáciles de eliminar. Un signo del tránsito intestinal irregular puede ser tanto la diarrea como el estreñimiento.
Es importante beber de 1 a 2 litros al día para hidratarse y ayudar a un buen proceso digestivo.
Hábitos a la hora de comer
La forma de comer también influye. Hacerlo con tranquilidad masticando bien cada alimento es esencial para facilitar una correcta digestión. De esta forma, evitaremos tragar más aire de lo habitual y que nuestro estómago se hinche. Lo óptimo sería dedicar unos 30 segundos a triturar la comida en cada bocado para que se absorban correctamente todos los nutrientes necesarios en el intestino.
Actividad física
El ejercicio mejora la circulación, estimula el movimiento intestinal y ayuda a regular las actividades del sistema digestivo. Además, un abdomen fuerte también interviene en la mejora de la postura, que puede contribuir a un mejor funcionamiento intestinal. Realizar ejercicios sencillos en casa puede ser una buena opción si no tienes mucho tiempo para dedicar a las actividades deportivas en tu rutina diaria.
Una mente sana
Las preocupaciones pueden ser un condicionante para un correcto tránsito intestinal. La ansiedad puede influir en el aparato digestivo provocando más apetito, ausencia de él, dolores o retortijones disminuyendo la calidad de vida. Los ejercicios de relajación como el Mindfulness pueden ser positivos para calmar en cierta forma el estrés y mejorar el tránsito intestinal.
Horario regular
Añadir a la rutina una hora marcada para ir al baño, tengamos ganas a no, puede ser una buena fórmula para acostumbrar al organismo y forzarlo cuando no siente el impulso de ir porque el intestino no detecte que esté lleno. De igual forma, es importante no reprimir las ganas de evacuar ya que hacerlo puede favorecer el estreñimiento. Además, debemos vigilar la posición en la que nos colocamos. La mejor postura es apoyar los pies sobre algo elevado de forma que las rodillas queden más elevadas que la cadera para inducir la presión abdominal y ayudar al intestino.
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*El sen ayuda a favorecer el tránsito intestinal.